Estoy frente al computador, tomando un G&T, escuchando música melancólica de Navidad, mientras Darren intenta preparar palmeritas en la cocina (sí, palmeritas, su postre venezolano favorito). Me arropo con una cobija y ordeno en mi cabeza ideas y recuerdos festivos con ganas de desearles a todos felices fiestas.
Esta temporada sigue siendo complicada para mí y para millones de venezolanos partidos por la mitad como yo, a causa de un caos tan ajeno y tan propio que nos persigue en los minutos antes de dormir, y que nos acompaña cada vez que vamos a hacer mercado con anaqueles vacios, y con anaqueles llenos.
Tanto se ha escrito sobre una crisis que supera lo económico y que acapara todo lo tangible y todo lo abstracto, Que poco a poco lo disminuye todo, reforzando a la nada.
La Nada.
Recuerdo ahora a Atreyu y a Falkor en un pantano frío y oscuro escapando de la nada. Escapando la falta de esperanza, la falta de imaginación, la falta de bondad. Todas las cosas que un gobierno perverso como el nuestro encuentra incómodas porque debilitan su gordo poderío, robusto en su avaricia y atragantado en la culpa que intenta tragarse con mentiras, decretos presidenciales y estupideces, que son lo mismo.
La Creacion.
Sin embargo aquí seguimos, aquí luchamos, aquí recordamos y aquí creamos. Aquí y allá. Allá más que aquí incluso. Y los apludo y los celebros a todos: a los que este año se fueron en busca de campos fértiles, a los que este año cosecharon uvas dulces luego de tantas uvas amargas lejos de casa. Pero mi mayor reconocimiento es para los que siguen allá y que con valentía se casan, tienen hijos, tienen sueños y tienen planes. Los amo, los respeto y los admiro mucho más de lo que me atrevo a decirles a menudo, mala mía.
Y ese es nuestro deseo, que en estas fechas y que en todo el 2019 sigan creando: recuerdos, amistades y proyectos. Solo así venceremos a la nada. Que no les falte la música ni las razones para sonreír. De corazón les deseamos Felices Fiestas, Feliz Navidad y un próspero año nuevo.
P.D. Darren hizo palmeritas. No son las mas bonitas que se han cocinado, pero saben ¡igualito! “I wanted to give you a little bit of Venezuela”, me dijo. Aprovecho ahora para contarles que para enero, Darren me ha regalado tambien un tajo grandote de Venezuela: mis heramanos Victor y Carlos vienen a nuestra boda. No entiendo como he logrado no llorar al respecto todavia pero falta nada para la lloradera que les voy a montar en el Terminal 2 del Aeropuerto de Dublin cuando los vea. Espero me disculpen lo bochornoso.
Tia Ceci
6 years ago
Mi niño hermoso, me encanta tu forma de escribir. Ciertamente nuestra Venezuela, sus tradiciones y su gente es grandiosa, La esperanza de cada venezolano por el renacimiento de nuestro país sigue más viva que nunca, así como el reencuentro de tantísimas familias separadas, más de las que nos podamos imaginar.
También mi deseo es que siempre tengamos sueños que perseguir, sonrisas que nos alegren el alma, motivos para ser felices. Ahhhhhh y que sigan comiendo esas palmeritas tostaditas y tan sabrosas que tanto nos gustan
Un abrazote gigante, bien fuerte y apretado. Te quiero muchote